¿Qué es lo primero que hacés al despertar?¿y lo último antes de dormir?. Es muy probable que seas parte de la gran mayoría de las personas que responden a estas preguntas de la misma manera: mirar el celular.
Vivimos en una era hiperconectada en que el trabajo, el estudio, el entretenimiento, los vínculos familiares, amorosos o de amistad… todo pasa por la conexión a dispositivos digitales y a internet, desdibujando los límites de cuándo empieza o termina cada actividad y dificultando la desconexión.
En este contexto, fácilmente podemos detectar algunos problemas que preocupan cada vez más: la dificultad para proteger los datos personales, la conexión permanente, la ansiedad, el “FOMO” o miedo a perderse de algo, el impacto en las subjetividades especialmente en adolescentes con daños al autoestima, depresión, etc.
Hablar de bienestar digital es mucho más que hablar del tiempo que estamos en línea. Martina Rua y Pablo Férnandez en su libro Cómo domar tus pantallas afirman que: "El bienestar digital requiere un plan de uso intencional, consciente, crítico y equilibrado de la tecnología como herramienta para alcanzar nuestros diferentes objetivos". Me gusta esta definición porque hace eje en la intención y la decisión de quien usa las tecnologías con el fin de alcanzar sus objetivos. Se trata entonces de tomar mayor conciencia del uso que hacemos de estas plataformas, no para abandonarlas ni difundir una visión alarmista de las mismas, sino para hacer uso crítico y enfocado en el para qué. De esa manera, quizá, logremos ver con mayor nitidez los límites que se ofrecen difusos.
¿Cómo buscar el bienestar digital?
El primer paso para resolver cualquier problema es reconocerlo. Por eso, utilizar las aplicaciones que miden el tiempo de uso de nuestro celular pueden ser un primer paso para reflexionar sobre nuestra práctica cotidiana.
¿Cuánto tiempo paso con el celular?¿Cuánto de ese tiempo es para trabajar, estudiar, conectarme con otras personas o consumir contenido en redes sociales? ¿Cuántas veces destino mucho más del que decidí en mirar al celular?
A partir de esta reflexión, es posible pensar objetivos de disminución del tiempo. ¿Cómo? Desactivando todas las notificaciones que sean posibles, silenciando grupos de Whatsapp, practicando momentos de desconexión decidida y consciente, activando aplicaciones de bienestar digital que advierten en determinada cantidad de uso del celular, utilizando despertador común en la mesa de luz para dejar el celular por la noche lejos de nuestro descanso e intentando hacer foco en una actividad a la vez.
Recomendaciones
Si querés ver más sobre este tema, te dejo algunas recomendaciones:
- Esta charla TED de Tristan Harris en que habla sobre cómo las redes sociales están diseñadas para aprovecharse de debilidades humanas como el miedo, la indignación o la vanidad y afirma que la tecnología ha degradado nuestro bienestar.
- En Netflix podés buscar la película-documental El dilema de las redes sociales, que muestra cómo estas plataformas digitales compiten por nuestra atención y qué impactos se empiezan a ver. Es un poco pesimista para mi gusto, pero el pantallazo que muestra es válido.
- Ya te nombré el libro de Martina Rua y Pablo Férnandez Cómo domar tus pantallas, también podés escucharlos en este podcast.